EL TRIMILAGRO
EL TRIMILAGRO
Hace unos días invitado por un amigo fui a pasar un fin de semana en la costa del sol, y fijaros lo son las casualidades de la vida que en la playa me encontré a mi antiguo amigo Alfredo.
-¡Hombre Alfredo! ¿Cómo tu por aquí?
-Pues ya ves Jaimito, disfrutando unos días de la playa.
-Joer me alegro chico, eso es señal de que te van bien las cosas.
-Hombre verás: Aunque no te lo creas ahora me van bien las cosas gracias a un milagro; ya sabes tú que yo era muy incrédulo, pero los hechos me han demostrado que los milagros existen, escucha bien lo que te voy a contar y luego tu deduces lo que quieras.
-Como tú sabes yo trabajaba en la fábrica de la lejía “Pronto Limpio” cobrando un jornal de mierda con el cual mi mujer y yo íbamos tirando como podíamos, pero con esto de la crisis aflojo el “curro” y me despidieron; al quedarme sin trabajo con lo del paro no llegábamos a cubrir los gastos de la casa y no pudiendo pagar el alquiler del piso, el dueño aunque nos quería mucho nos echó a la puta calle; no teniendo donde ir, mi mujer y yo no tuvimos más remedio que ir a vivir a casa de su madre es decir mi suegra, la cual jamás me había podido tragar y yo a ella tampoco.
A pesar de que el ambiente era muy malo y la economía peor, a mi suegra que era muy beata se le ocurrió de hacer una visita al apóstol Santiago, porque decía que solamente él, podía poner remedio a la crítica situación por la cual atravesábamos y que no quería morirse sin abrazar al santo patrón; mi mujer por todos los medios trataba de disuadirla; pero mi suegra tozuda como una mula no se bajaba del burro diciendo que con su dinero ella hacia lo que le daba la gana; de forma y manera que se procuró el billete y en tren que va de Madrid al Ferrol se marchó a Santiago para abrazar al milagroso apóstol.
Ahora es cuando viene lo bueno, figúrate que casi a la entrada de la estación de Santiago el tren descarrilo y el trimilagro se produjo. Como en el accidente mi suegra fue una de las primeras que palmó. Ahora tengo el piso en propiedad, me han dado una buena indemnización y me he quedado sin suegra.
No se los milagros que le atribuyen a este santo patrón a lo largo de la historia serán verdad o mentira, pero este vale por todos y certifico verdadero.
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DIFUSA -
¡LASTIMA!