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Jaime-Muniesa

san Jorge

Después de tanto hablar de unos y otros o de sí mismo, ahora señoras y señores viene la cereza encima del pastel, porque vamos a hablar nada más ni menos que del santo patrón de Aragón san Jorge de Capadocia.

         Este santo varón vivió en el siglo IV, y al parecer según las crónicas y la señora Robles ciudadana de Calanda, Jorge era un aristócrata muy rico, y también muy tozudo, y por todo ello, para que veáis que la gandulería viene de lejos en esta elite social, Jorge no hacía caso a nadie e incluso desoyendo los consejos de su pobre madre no estudiaba ni le daba un palo al agua, es decir que era alérgico al "curro", él solamente se dedicaba montado en su caballo blanco con la bolsa bien de dineros a ir de un sitio para otro sin destino fijo. Un buen día lo que son las cosas, salio de Capadocia que era su tierra natal y al paso, al trote y a ratos al galope de su caballo llego a Silca que era una ciudad de Libia (otros dicen que fue en Beirut, que es Líbano) pero eso no tiene la menor importancia, la cuestión es que en esa ciudad había un gran lago y en ese lago moraba un fiero dragón que tenia acojonados a los habitantes de dicha ciudad. El muy borde, fijaros si era hijo de p...erra, que exigía para no cometer destrozos imprevisibles, que todos los días le fueran suministradas para su manutención cotidiana dos ovejas o carneros que para el caso es lo mismo, los vecinos de aquella ciudad aunque a regañadientes atemorizados puntualmente así lo hacían y lo hicieron, hasta que se quedaron sin ovejas ni carneros, entonces el dragón, que no quiso escuchar a nadie, exigió que a falta de ovejas le sirvieran una doncella gorda o dos delgadas diarias. Que os parece con el dragón de los huevos? Y aquí es cuando Jorge (que todavía no era santo) entra en acción.

Estaba recién llegado, todo sudoroso el futuro santo tomando un piscolabis o tente en pie bien regado con un buen porrón de vino de la tierra en una taberna de aquel pueblo, cuando unos parroquianos comentaron que el día siguiente la hija del rey sería entregada al dragón, porque por sorteo le había correspondido servir de almuerzo comida y cena al goloso monstruo. (Notad bien la liberalidad de los antiguos reyes) Curioso Jorge quiso saber más sobre el comentario de los parroquianos y estos muy gustosos pusieron al futuro santo al corriente con pelos y varias señales de lo que en aquella ciudad acontecía, apenas Jorge tuvo noticia detallada de ello que pago religiosamente su ágape mas una ronda para los parroquianos allí presentes y montando en su blanco corcel se dirigió al lago donde moraba el dragón.

Tan pronto como llego Jorge a las inmediaciones del lago ya vio a la princesa atada a una roca; la bella princesa estaba temblado, lívida sin poder articular palabra esperando desesperada a ser devorada por el monstruo. Acércose Jorge y sin bajar del caballo de esta manera le hablo: -No temáis daño alguno fermosa princesa, que con la valentía de mi espíritu y la fuerza de mi brazo aquí estoy yo para defendeos-; dicho esto Jorge (que todavía no era santo) desenvaino su reluciente espada y de un tajo certero corto la cuerda que aprisionaba la princesa; ya sois libre señora para hacer lo que os plazca, y ahora esperemos a que salga ese dragoncillo para hacerle saber lo que vale un peine.

Plántose Jorge lanza en ristre en la orilla del lago y espero a que saliera el temido dragón, el cual en efecto no tardo mucho rato en hacer presencia; Jorge lo noto porque aquella bestia olía que apestaba, el monstruo al ver el caballo, vete a saber porque, igual creyó que se trataba de una oveja tremenda y con las fauces abiertas de par en par se abalanzo sobre él, pero Jorge que hubiera valido para rejoneador, sorteo con arte taurómaco la embestida y con simultaneidad inusitada le metió un rejón de más de media lanza en el costado derecho que dejo mal herido, desmoralizado y sin fuerzas al terrible y cruel dragón, luego ya con la bestia hecha polvo descabalgo y con la cuerda que había servido para atar a la princesa Jorge en un plis-plas fabrico un collar y se lo paso por el cuello (al dragón) el cual con los ojos desorbitados y atónito perdido no llegaba a comprender lo que le había ocurrido; una vez enlazado el dragón Jorge se lo entrego a la doncella, la cual lo llevo hasta el pueblo como el que lleva a un perrito faldero.

Queridos amigos. Que alegría, que alborozo tuvieron los vecinos de aquella ciudad al ver aquel fiero dragón que había diezmado sus rebaños y sus mozas. (Gordas y delgadas) Allí mismo en la plaza mayor se formo la juerga, allí los roscones de viento, allí los buñuelos, allí las madalenas, allí los almendrados y tortas de alma, allí el moscatel, la mistela y el anís del mono y allí sin más contemplaciones los vecinos de la villa dieron muerte acabando con la vida del dragón, principal causa de la despoblación de la ciudad, después de la emigración económica.

Conclusión conclusiva o Colorín colorado: Jorge lo tenía a huevos y si no hubiera sido tan tonto y cabezota hubiera podido casarse con la princesa, que por cierto estaba buenísima, además de súper forrada de cuartos y heredera del trono por ser hija única, eso sería lo normal que ocurriese en esta clase de cuentos con final feliz. Pues no. Fijaos si era cabezón el futuro santo, que sin ni siquiera participar en la fiesta o por lo menos intentar pillar cacho, como hubiese hecho cualquiera, desoyendo las suplicas de su majestad el rey, los ruegos de su majestad la reina, las numerosas peticiones de trece ministros y otros tantos secretarios de estado, a las en el cual voluntariamente se sumió hace ya siglos, con un patrón tan tonto como San Jorge, un hombre que en vez de aprovechar la ocasión para casarse con una bella princesa rica y heredera, y llegar a ser mas tarde rey para vivir como tal, prefirió sufrir tremenda tortura y finalmente morir cortado en dos o sea decapitado. Yo la verdad, o esta historia es apócrifa o no lo entiendo. Lo dejo a sus criterios.

 

cuales se unieron las del cuerpo de bomberos en peso, de la corporación de limpiabotas, de ocho municipales, seis serenos y tres borrachos, de un cabo de cornetas reenganchado, de un buzo con la escafandra bajo el brazo y un dulzainero, la corporación de madres solteras, he incluso sin apiadarse de los lloros y gemidos de la princesa que se había enamorado como una loca del caballero Jorge, siempre guiado por su congénita tozudez, sin hacer el menor caso ni siquiera volver la cabeza se marcho a otros lares adonde siempre por su cabezonería y por meterse en asuntos religiosos fue salvajemente torturado y para acabarla de joder decapitado.

Y este señoras y señores es el hombre que los aragoneses escogieron como santo patrón. Como si no hubiera otros más listos. Pero así es la historia y así debemos contarla, que le vamos hacer. Como queréis que la nación aragonesa salga del pozo

 

1 comentario

OROPESINA -

QUE PASA CON ESTA ENTRADA?. APARECE AHORA, PERO YA LA TENÍAS ANTERIORMENTE.
y CURIOSO, SIEMPRE EN FECHAS COINCIDENTES CON LA "diada" en cataluña.
Después de escribir esto mismo (o muy similar) añadías algo al respecto de lo mismo, que todavía se puede ver. Pero no la primera (a la que me refiero como muy similar por no decir igual a esta) que ya no aparece en tu blog. ¿Porqué?

De cualquier manera, un placer leerte y ver que andas pendiente de "todo" como siempre. A bien tôt.