A MI QUERIDO HERMANO
A MI HERMANO (Barcelona a 11 de diciembre del 2013)
Te fuiste discretamente
en silencio, sin bullicio,
y tan repentinamente
que no te dije ni adiós.
Te marchaste de esta vida
como aquel que tiene prisa
dando un tremendo portazo
que me partió el corazón.
El susto invadió mi cuerpo
que estaba desprevenido,
y cual rio desbordado
el dolor me embargó.
En mi mente se mezclaron
confusos muchos recuerdos
inolvidables momentos
que vivimos tú y yo.
Quise gritar y no pude
las voces se me apagaron,
y de mi árida garganta
solo un sollozo salió.
Desconcertado y triste
quise encontrar un motivo,
un asomo, un resquicio
una razón, un porqué.
Pero a mi mente embotada
por el dolor de la muerte,
ausente la coherencia
le faltaba lucidez.
Mis ojos humedecidos
entre lágrimas miraban
una rama desgajada
del árbol que éramos tres.
Y en mis oídos sonaban
las voces tiernas, antiguas
trayendo a mi memoria
ecos de nuestra niñez.
El árbol ya no es el mismo,
pues del tronco malherido
a chorros se va la salvia,
falta la rama mayor.
Con dolor esperaremos
hasta que a nuestro árbol llegue
con su hacha despiadada
el tirano leñador.
JA.MU.MO.
1 comentario
MADRESELVA -
Por esto, hay que vivirla a tope y rodeados de la gente a la que queremos y sabemos que nos quiere. Sin más... y sin menos (a ser posible). Y sin muchos frenos, que para ello, está la muerte.